Aunque muchos de los padres y cuidadores se enfocan en esperar el momento en el cual el
bebé gatee o se siente, algo muy emocionante ocurre antes, y es el voltearse. El rodar es una destreza muy importante en el desarrollo motor del bebé, pues por primera vez podrá hacer un cambio en la posición de su cuerpo y su visión del mundo. La habilidad de rodar sobre sí mismo, llevará al bebé a sentarse de forma independiente, y eventualmente a gatear.
¿Cuándo se debe voltear el bebé?
Como mencionamos en la publicación: Desarrollo físico motor: ¿qué debes saber?, no todos los niños presentan las destrezas de desarrollo al mismo tiempo. En el caso de voltearse, algunos bebés aprenden hacerlo entre los 3 y 4 meses de edad, pero la mayoría suele dominar esta destreza a los 6 o 7 meses, asegura la Dra. McAllister en su libro The Mommy MD Life, to Your Baby's First Year. Los bebés suelen voltearse queriendo seguir un estímulo, como alcanzar un juguete. La mayoría primero alcanza una posición de lado y luego completa la vuelta. Algunos bebés logran rodar desde una posición prono a una supina, es decir, desde su abdomen a su espalda. Luego, alrededor de un mes más tarde, se voltean desde su espalda hacia su abdomen, ya que esta acción requiere de más coordinación y fuerza muscular. Sin embargo, no todos los infantes presentan esta secuencia de volteo. Algunos bebés ruedan primero desde una posición de espalda hacia sus barriguitas. El momento en que comienzan a voltearse puede ser sorpresivo, por lo que es importante mantenerse atento, especialmente cuando el bebé se encuentra sobre superficies elevadas.
Antes de Voltearse
El rodar es una gran hazaña en el desarrollo físico. Esta destreza requiere que el bebé haya adquirido suficiente fuerza en los músculos de su cuello, sus brazos y el control de su cabeza. El “tummy time”, también conocido como tiempo boca abajo, ayuda al bebé a balancearse y fomenta el fortalecimiento de los músculos de la parte superior del cuerpo. En esta posición ejercitará las patadas, haciendo fuertes sus piernas. A medida que los músculos de su cuerpo se fortalezcan, el infante comenzará a voltearse de un lado a otro. (Ver nuestro blog el artículo de “Tiempo boca abajo”)
Seis ejercicios para fomentar el voltearse:
Coloca al bebé boca arriba o boca abajo, mientras el adulto mueve el juguete lentamente de un lado a otro. Si el bebé se encuentra boca abajo, es importante que el objeto se dirija al nivel de los ojos del bebé. Para este ejercicio se pueden utilizar maracas, campanas, pelotas, o juguetes de colores llamativos. Este ejercicio trata de que el bebé siga con la vista algún objeto, o algún juguete que suene para estimular la musculatura del cuello. Los músculos del cuello son importantes para realizar el giro. Además, esta actividad estimula el desarrollo visual y auditivo.
Pon al bebé boca arriba, preséntale un objeto de interés que intente agarrar. Luego coloca el objeto en alguno de sus lados, para que el bebé intente agarrarlo.
Posiciona al infante sobre su espalda, levanta las piernas del bebé hacia arriba y realiza masajes en sus piernas suavemente (desde los glúteos en dirección a los pies del bebé).
Sitúa al bebé sobre su espalda, realiza movimientos de bicicleta con las piernas del infante. Este ejercicio promueve la extensión de sus piernas y la flexión de sus caderas.
Sujeta las piernas del bebé de manera flexionada y gira su pelvis de un lado a otro. Este ejercicio se recomienda para favorecer el giro de la pelvis del bebé.
Pon el bebé boca arriba, agárrale sus manos y suavemente impulsalo hacia ti. Esto ayudará a fortalecer los músculos del abdomen de tu bebé, para que pueda voltearse y sentarse fácilmente.
Al momento de Voltearse
Es muy probable que el bebé se sorprenda la primera vez que logre voltearse y reaccione llorando o asustado. Esto debido a que experimenta un cambio en posición por sí mismo. Con el paso del tiempo descubrirá lo emocionante que es rodar. Comenzará a utilizar esta destreza para alcanzar juguetes o moverse a lugares que desea llegar. Con la habilidad de rodar el bebé fortalecerá los músculos de su espalda y construirá las bases en su sistema nervioso, para alcanzar otras destrezas físicas como sentarse y gatear. A continuación algunas recomendaciones durante este momento:
Poner al infante a realizar actividades boca abajo durante sus primeros meses, para que se encuentre preparado a la hora de voltearse.
Mantenerse alerta en todo momento, especialmente si el bebé se encuentra en superficies altas.
Supervisa el área en la que pone a rodar al bebé. Evita que materiales peligrosos o conectores de electricidad se encuentren a su alcance.
Se recomienda a los padres y cuidadores, brindar al niño un espacio cómodo para sus ejercicios de volteo. Coloca al bebé sobre una manta gruesa, un “playmat” o una alfombra mullida.
Mientras el infante duerme, asegúrese de poner al bebé boca arriba. Evite las almohadas, peluches, frisas sueltas y ropa suelta cerca del área donde duerme el infante.
Si el bebé no ha intentado voltearse, no se sienta o no ha intentado arrastrarse, alrededor de los 7 meses, hable con su pediatra al respecto.