Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), la mayoría de los infantes comienzan a ponerse de pie alrededor de los 9 a11 meses de edad. Para lograr levantarse el niño requiere de una buena tonicidad muscular y equilibrio. Estas habilidades las adquiere gradualmente a medida que domina destrezas como: voltearse, sentarse y gatear.
El ponerse de pie le proporciona al infante una posición vertical, lo que precede a la destreza de caminar. En esta etapa el infante trabaja con el balance y la postura. Además, estando de pie el niño tiene la oportunidad de alcanzar objetos a diferentes alturas, hacer contacto visual e interactuar socialmente.
Luego que el infante gatea por varios meses siente la necesidad de continuar moviéndose y alcanzando diferentes objetivos. De forma natural el bebé comenzará a intentar levantarse. Utilizará cualquier cosa que encuentre a su alrededor para sujetarse o impulsarse hacia arriba. Cuando observes que el bebé intenta ponerse de pie puedes ayudarle con las siguientes actividades para estimular la destreza.
Coloca el bebé de pie sujeto a una mesa o una silla. Deja que juegue en esta posición para incentivarlo a que lo haga por sus propios medios.
Coloque los juguetes del infante sobre superficies altas y seguras. Motiva al bebé a alcanzar los juguetes para que se ponga de pie.
Pon el infante frente a escaleras o en lugares ascendentes para que elabore un patrón de andar en cuadrúpeda y fortalezca la coordinación. Asegúrate de siempre supervisarlo durante esta actividad.
Es probable que luego que el infante logre ponerse de pie, con apoyo, no sepa cómo volver al suelo. Muchas veces por falta de balance caen de espalda. Es muy importante que supervise todas las actividades del bebé para evitar accidentes. No se sorprenda si llora pidiendo ayuda. Sea paciente y demuéstrale como debe regresar al piso.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones por seguridad del infante:
Ajuste el “mattress” de la cuna del bebé a una posición más baja, ya que es probable que el bebé intente levantarse. Quite además los juguetes de adentro de la cuna para evitar que se impulse en ellos y salte de la cuna.
Revisa el área de juego. Remueve todo mueble inestable que pueda ocasionar algún accidente.
Nunca intentes poner de pie a tu bebé, si aún no tiene el tiempo o las destrezas para hacerlo. Muchas veces sus piernas no están preparadas para soportar el peso, y esto puede desencadenar en alguna patología o lastimar al bebé.
Recuerda siempre ofrecerle seguridad y apoyo emocional a tu bebé. Celebra cada destreza alcanzada, con aplausos y elogios.